~Tony Tirado
El obispo de la Diócesis Mexicana de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, insiste en hacer el llamado a los padres de familia, para que los libros de texto de la nueva reforma educativa, no logren desorientar a los menores o jóvenes.
“La suprema Corte de Justicia finalmente determinó que se repartieran obviamente es un mandato y hay que ejecutarlo en cumplimiento de la ley, no estamos de acuerdo pero los papás, lo importante es que son los primeros educadores, los libros están y el maestro bien formado y capacitado, podrán orientar en la verdad a sus hijos”, dijo el obispo.
La preocupación por lo que trae consigo la nueva reforma educativa, la comparten la Iglesia y Gobierno del Estado, por eso se reitera el llamado a los padres de familia o tutores de los niños, para orientarlos y no permitir que se quedan con dudas o cuestionamientos que posiblemente los maestros no logren resolver por completo.
El obispo recomienda, “en primer lugar deberán orientar en la verdad a sus hijos, esa es la clave, si los libros dicen una cosa u otra, papás hablen con sus hijos”.
“Cada lección tengan también en sus manos, conozcan los libros de texto para que los errores, las manipulaciones y tendencias ideológicas que expresan, les adviertan a sus hijos, los orienten y ellos sean los que verdaderamente eduquen a sus hijos”, subrayó.
El miércoles pasado se reanudó la entrega del material de texto, los jefes de sector, directivos y maestros empezaron con la fila para recibir los controversiales libros, que eran ya motivo de opiniones divididas entre los padres de familia.
Se reanudó el reparto en las escuelas tras desistir la clínica de Derechos humanos y las asociaciones de padres de familia con el amparo que mantenían para que el material no llegará a los menores de edad.
Se destaca que la zona Norte cuenta con 776 escuelas federales y 198 del subsistema estatal, mismas que permanecieron cerradas como presión para que se entregarán los libros.
Los titulares del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en las sesiones 8 y 42 convocaron a la suspensión de clases los días 13 y 16 del mes en curso para ejercer presión a los involucrados en el tema y que se decidiera completar la entrega de los libros de texto.
