A cuatro días de la celebración religiosa en Juquila, este municipio está relacionado en una disputa política que no ha sido atendida. El pasado 1 de diciembre, los pobladores inconformes con la administración de Felipe Juárez Guzmán tomaron en forma simbólica el palacio municipal.
“Es una protesta pacífica”, explicaron los habitantes que resguardan el inmueble. A los turistas y peregrinos,p añadieron, se les permite realizar sus actividades pues no se trata de afectar al comercio ni a terceros.
Ya son cuatro días de la toma del palacio, pero la inconformidad viene de mucho antes, cuando le han pedido apoyo a la autoridad municipal y no nos ha respondido, ni se aparece. Uno de los reclamos es que el munícipe Juárez Guzmán se ausenta días de la presidencia municipal y quienes se quedan a cargo, no resuelven.
