~Tony Tirado
El eclipse de Sol de este sábado por la mañana será el primero visible en la entidad desde el registrado el 21 de agosto de 2017 y el tercero en una década, incluyendo otro del 23 de octubre de 2014.
De acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA), el fenómeno será “anular” y precederá a otro “total” y que también ensombrecerá partes de México el próximo 8 de abril.
“Son eventos únicos”, dice Lizandro Arreola, integrante del Club de Astronomía de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y quien proporcionó la cronología de lo que ha sido perceptible de manera parcial tanto desde Juárez como desde Chihuahua con base en la aplicación Stellarium.
Los datos del entrevistado agregan que el porcentaje de oscurecimiento máximo en esta ciudad se prevé que sea de 84 por ciento y de 77 por ciento en la ciudad de Chihuahua.
Desde aquella capital, por separado, Ulises de la Torre, presidente de la Liga Astronómica, agregó que con el porcentaje de luz restante “va a ser suficiente para que el día siga de manera normal”.
De acuerdo con la NASA, un eclipse anular, como el de mañana sábado, ocurre cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, “pero en su punto más lejano” del planeta.
“Como la Luna está más lejos de la Tierra, parece más pequeña. No bloquea la vista completa del Sol, se verá como un disco oscuro encima de un disco brillante más grande. Esto crea lo que parece un anillo alrededor de la Luna”, agrega la NASA en el documento titulado “Experimentando el eclipse solar anular. Sábado 14 de octubre, 2023”.
El “anillo de luz”, sin embargo, no será visible desde todos los puntos del continente.
“El eclipse recorrerá la mayor parte de América iniciando en Oregon, Estados Unidos, continuando en la Península de Yucatán, América Central, Colombia y Brasil. En México, los únicos estados que podrán presenciar el eclipse anular completo son Yucatán, Campeche y Quintana Roo… en el resto del país el eclipse se verá parcialmente”, agrega una ficha del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En esta frontera, por separado, Arreola explica que, en su punto máximo, el avance de la Luna hará que a su alrededor la luz se observe como una delgada “uña”.
No ver directamente
Sobre la seguridad, la información de la NASA indica que sólo los eclipses totales pueden apreciarse, y de manera momentánea, sin lentes especiales, mientras que otros, como el anular del sábado, sí los requieren.
“Durante un eclipse solar parcial o anular, nunca es seguro mirar directamente al Sol sin la protección ocular adecuada (…) debes mirar en todo momento a través de anteojos para la observación solar que sea segura (‘anteojos para eclipses’), o un visor solar de mano que sea seguro”, indica la página oficial de la agencia estadounidense.
“Los anteojos para eclipses no son gafas de sol comunes: sin importar lo oscuras que sean, las gafas de Sol comunes no son seguras para observar el Sol. Los visores solares seguros son miles de veces más oscuros y deben cumplir con la norma internacional ISO 12312-2”, agrega la información de dicha oficina.
La misma también indica que los lentes deben ser además inspeccionados con el fin de confirmar que no estén rotos, rayados o dañados.
“Si no tienes anteojos para eclipses ni un visor solar de mano, puedes usar un método de observación indirecta, que no requiere mirar directamente al Sol. Una manera es usar un proyector estenopeico, que tiene una pequeña abertura (…) y proyecta una imagen del Sol sobre una superficie cercana. Con el Sol a tu espalda, puedes ver con seguridad la imagen proyectada. ¡No mires al Sol a través del agujero!”, agrega la agencia estadounidense.
En esta frontera, el Club de Astronomía de la UACJ ha convocado a la población a las 9 de la mañana para observar el fenómeno –previsto por la misma organización para iniciar aquí a las 9:15 horas– desde el tercer nivel del estacionamiento del Instituto de Ingeniería y Tecnología/Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte (IIT/IADA), donde colocarán tres telescopios adaptados con filtros y uno más desde el cual se hará la transmisión a través de pantallas de televisión.
“Los telescopios son para que los use la gente con las medidas de protección adecuadas, para que no haya ningún tipo de daño; la protección es para el telescopio, como un filtro polímero de plata negro que filtra más del 99.9 de la luz, para que lo que llegue al telescopio sea la cantidad necesaria para que se vea de manera nítida”, dijo Arreola. La misma agrupación reportó ayer que vendió en dos días 50 lentes especiales y que esperan que les lleguen otros 50.
En la ciudad de Chihuahua, por separado, la Liga Astronómica informó que la convocatoria es, también a partir de las 9:00 horas, en el parque público El Palomar, donde colocarán lo que hasta ayer estimó serán 10 telescopios. “Observar el cielo es algo que ha hecho el hombre siempre; nosotros siempre hacemos la invitación para que las personas se den el tiempo de voltear al cielo, que no todo lo que vemos que brilla son estrellas, que hay mucho qué ver”, dijo De la Torre.
‘Lunas de Sangre’
En el mismo período de una década, de acuerdo con lo registrado por este medio, en esta región han sido visibles al menos otros siete eclipses pero de Luna que, a diferencia de los solares, ocurren cuando es la Tierra la que se interpone entre el Sol y el satélite, oscureciendo a éste o, como se ha observado aquí, provocando un efecto de coloración rojiza.
El más reciente se registró el 20 de enero de 2019, otro en 2018, uno más en 2017 y otros cuatro entre abril de 2014 y septiembre de 2015.
“La Tierra navega con su sombra. La Luna, dentro de su órbita la sigue en todo momento, pero no siempre queda bajo esta sombra porque su órbita está inclinada: a veces se ubica arriba y a veces abajo”, indican datos del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La luz del Sol llega a la atmósfera de la Tierra y ésta actúa como una lupa que la desvía y la manda hasta la Luna. Sin embargo, el espesor de la atmósfera de la Tierra, sumado a partículas de polvo, arena, cenizas volcánicas (entre otros) absorbe la luz azul, verde y amarilla del Sol, y sólo deja pasar las tonalidades rojas. Por esta razón, el satélite se vuelve rojo u ocre durante los eclipses de Luna”, agrega la información de la universidad nacional difundida en noviembre pasado en la revista UNAM Global.