~Tony Tirado
Hoy Juárez cumple 364 años de su fundación y, aunque pocos conocen los detalles del surgimiento, es importante saber que la historia destaca a esta región y sus habitantes como indomables y hospitalarios con los que necesitaban de esta tierra desde el origen.
El historiador y periodista Juan de Dios Olivas narró que 50 años antes de su fundación oficial esta zona tuvo la presencia del explorador y conquistador Juan de Oñate, quien puso el primer nombre conocido de Paso del Norte cuando iba estableciendo el Camino Real hasta Santa Fe.
Luego, a la llegada de Fray García de San Francisco a esta la tierra de los Indios Mansos, se encuentra con un territorio que, aunque resguardado por españoles quienes cuidaban el cruce del río, no contaba con una estructura oficial de mando y dependía del gobierno de Nuevo México.
“El gobernador de Nuevo México se oponía a que se abriera aquí una misión y los franciscanos de Senecú, de Socorro, aunque ya se habían establecido habían intentado instalar aquí misiones y se los había impedido el gobierno de Nuevo México”, narró Olivas.
Prácticamente Fray García de San Francisco estableció la misión de Guadalupe en contra de la voluntad del gobierno que mandataba la zona y se sabe que no era la primera vez que se había intentado instalar un asentamiento de mando en este lugar.
“Esa era la disputa entre los franciscanos y el gobierno de Nuevo México, porque estaban haciendo otra comunidad y el gobierno de Nuevo México no iba a quedar en su jurisdicción, intentaron poner como tres veces templos provisionales de ramas y lodos, hacían casitas y los soldados españoles las tiraban”, refirió el historiador.
Cuando el misionero Franciscano Fray García lo hizo, armaron improvisadamente el templo, bautizó a la gente y fundó la comunidad y todo se asentó en el primer libro del templo, incluido el auto de fundación, aunque este documento está extraviado.
Gracias a Fray García se puede decir que se fundó en “rebeldía” la ciudad, en contra de la autoridad del gobierno de Nuevo México, eso podría definir a esta tierra y a su gente como indomable desde el inicio, reconoció Olivas.
“El misionero inculca a los conversos la agricultura, la siembra de uva, de trigo, les enseña la agricultura. Hay que recordar que la región viene destacando por la producción de vino de buena calidad que desaparece más de un siglo después, se dejó cultivar uva”, relató.
La instalación de misiones era el mecanismo de conquista española que se utilizaron para occidentalizar a los pueblos originarios y nativos de este territorio. En el norte fueron religiosos quienes se encargaban de la instalación de misiones, mientras que en el sur del territorio la estructura de mando era a través de “encomiendas” a cargo de un hacendado español.
La diferencia con la Misión, es que esta última estaba a cargo de religiosos, en Chihuahua fueron enviados los jesuitas para la sierra y los franciscanos para la zona norte.
La misión, explicó el historiador, se establecía con un presidio militar, que tenía como objetivo el abasto, pacificación, educación y control de la comunidad, adentro de sus muros vivían los conversos al cristianismo.
La historia establece que tiempo después cuando sucede la rebelión de los “Indios Pueblo” y los españoles son expulsados alrededor de 1680, el gobernador de Nuevo México.quien no quería aceptar este asentamiento. vino a refugiarse a Paso del Norte, aquí fue capital de ese gobierno, mientras sometían a los rebeldes.
Es así que la naturaleza hospitalaria de este pueblo se impone desde el origen, incluso el narrador explica que ya en los tiempos de Juan de Oñate, esta característica de la zona había destacado.
“Los primeros españoles que llegaron previamente no fueron combatidos por los indios Mansos, ni los Júmanos, hubo hospitalidad de ahí el nombre de mansos, el español los llamó así por su hospitalidad, no hubo resistencia a la colonización”, relató el especialista.
Este es un breve relato del origen que da personalidad a esta tierra de gente trabajadora, honesta y hospitalaria con quien requiere de su apoyo.
“Es una ciudad de migrantes, de nómadas, los primeros pobladores fueron hospitalarios, también fueron bravos, también hubo pueblos originarios, los apaches que convivieron en esta región y nunca se sometieron y su resistencia a la colonización duró hasta el exterminio allá por 1800…por eso les llamaban los bárbaros del norte que aquí convivieron, somos pues una tierra hospitalaria, una tierra bárbara, de progreso y de migrantes por la ruta comercial que se establece del Camino Real”, expresó el periodista.